6/3/13

De bordados y un par de triángulos

Ya sabía yo que esto pasaría. Siempre que me decido a empezar un blog ocurre algo que me impide continuar con él como me gustaría. En este caso se trata de trabajo, de mucho trabajo. Así que, aparte de las entradas, también he tenido que posponer a la fuerza la cesta que estaba haciendo y, claro está, la manta de grannies (a este paso llega el verano y aún estoy empezando xD).

Pero como tengo una mente inquieta, aunque no pueda dedicarle tiempo físico a mis proyectos, mi cabeza siempre anda llena de ideas y me puede el ansia de probar esto o aquello.

Esto viene a que, a pesar de que quizá no tenga vida en los próximos meses, me he apuntado al curso de punch needle que ofrece Gemma, de Wasel Wasel. Después de haber hecho el curso de tricot online con ella quedé tan encantada con su forma de hacer y con su cercanía, que no pude resistirme a unirme también a este (y no me apunté al de amigurumi porque no hay dineros, que si no...xD). El caso es que la aguja mágica ya me había llamado la atención hace un tiempo, pero como no sabía muy bien cómo funcionaba (aún me lo pregunto) tampoco fui más allá. Pero entonces también empecé a interesarme por el bordado en general, por las diferentes técnicas y descubrí a la maravillosa Miniature Rhino (si no la conocéis, os recomiendo muchísimo su página) que acabó de convencerme de que tenía que probar a bordar algo más allá del típico punto de cruz (que siempre me acompañó de pequeña). Un nuevo y maravilloso mundo se abrió ante mí. No ya solo por las preciosidades que pueden hacerse, sino también porque puedo desatar mi locura por los colores. Creo que no me equivoco si digo que la carta de colores del hilo para bordar de DMC es la más extensa que he visto (y la más placentera). Las posibilidades son infinitas. ¡Estoy deseando empezar el curso y aprender todo lo posible!

Total, que me voy por las ramas, que aprovechando que era nuestro duodécimo aniversario y que estaba tan entusiasmada con el tema, mi novio que me ha regalado estas cositas:


El libro Stitched Gifts de Jessica Marquez (Miniature Rhino), unos bastidores y un nuevo tesoro inesperado para mi colección. Últimamente me obsesionan los triángulos, así que no pudo haber elegido mejor.


Ahora no paro de maquinar lo que voy a hacer con estos bastidores y de pensar cómo serán mis primeros bordados. A ver si en los próximos días tengo algo de tiempo libre y puedo retomar (y empezar) proyectos. ¡Qué ganas!